LUIS SALAZAR
Trabajadores iniciaron el lunes el retiro de las vallas en el Estadio Azul, las cuales separan a los aficionados en las gradas de los jugadores en la cancha.
Esta medida se da luego de que la Federación Mexicana de Futbol ordenara a las directivas de todos los clubes de la Primera División el retiro de las rejas para que en caso de emergencia, los fanáticos puedan brincarse al campo y protegerse.
La cuadrilla de cinco personas, supervisada por el arquitecto Marco Antonio Quezadas, quien es el responsable del proyecto, comenzó por la mañana con el retiro de las vallas ubicadas en la zona oriente del Azul, informó a RÉCORD personal de Protección Civil.
Poco a poco estas personas cortaban las mallas y después retiraban los tubos que le daban soporte, lo cual era más tardado, de acuerdo con la extensión de la cancha.
El proyecto, aprobado por la directiva del Estadio Azul y la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal, contempla el retiro de todas las rejas en la zona oriente y poniente. Las cabeceras, tanto norte y sur, donde se ubican las porras de Cruz Azul y las visitantes, permanecerán con protección, pero se colocaran puertas de salida.
Además, dicho plan también establece que las bancas se retrasarán unos metros.
La directiva del Estadio Azul contempla que para el inicio del torneo Clausura 2012 el inmueble tendrá todas las modificaciones.
No obstante, el siguiente juego de Cruz Azul de local es ante el Puebla el sábado ocho de octubre. Ese día, será la primera vez que los fanáticos celestes podrán ver el partido sin rejas que les estorben la vista.