Guillermo Allison se convirtió en el gran villano de Cruz Azul contra el Atlas, al grado de que la afición de La Máquina terminó gritándole 'pu...' en cada despeje y pidiendo a Jesús Corona.
El primer episodio negro para el guardameta fue al 44', cuando no pudo contener un disparo de Raúl Rivero, mismo que se convirtió en el 2-1.
La 'gota que derramó el vaso' para los seguidores de La Máquina se dio después de que Rivero remató de cabeza y Allison perdió la perspectiva de su ubicación, por lo que atrapó el balón dentro de la portería; el marcador culminó 2-2.
Después de las fallas, los aficionados le gritaron 'pu...' al portero en cada despeje y, además pidieron constantemente el ingreso de Jesús Corona.