Salió de su casa en Jalapa, Veracruz, para probar suerte en las fuerzas básicas de Cruz Azul, equipo al que ahora apoya de manera incondicional, luego de que su sueño de ser futbolista profesional se vio truncado por la venta de la franquicia de La Máquina que participaba en la Liga de Ascenso, en el 2014.
“En el periodo que yo estuve me tocó la venta de la Liga de Ascenso a Loros de Colima. Nos quitaron ese pasito para dar el seguimiento a los que ya estábamos al límite de edad en la Sub 20. Yo en lo personal me sentía con posibilidades de seguir creciendo como jugador; pude seguir en Segunda División, pero ya había estado en esa categoría y no quise regresar”, explicó Jahiel Beristain, quien ahora cuenta con 24 años.
Él contención veracruzano pertenece a la misma generación que algunos jugadores que hoy militan en el primer equipo celeste, incluso conserva amistad con los futbolistas; sin embargo, no puede evitar lamentarse por no seguir jugando.
“Me tocó jugar con todos los que ahora están en el primer equipo. Víctor Zúñiga, Rosario Cota, Jaír Peláez, Kevyn Montaño y era una relación excelente, de hecho me tocó vivir con Víctor. Uno realmente tiene posibilidades, nada más es cosa de enfocarse. Ahorita veo a mis compañeros y siento un poco de coraje hacia mí porque creo que también podría estar ahí, pero ni se pudo”, señaló.
Ante los rumores que surgieron sobre el cobro a jugadores para estar en Cruz Azul, Jahiel explicó que en su caso nunca tuvo que dar dinero, únicamente cumplió con el proceso de rigor.
“En lo personal a mí nunca me pidieron dinero para nada. Yo llegué, hice pruebas, pasé, me mandaron a La Noria, hice pruebas médicas, después me pidieron mis papeles, me registraron y ya lo de más depende de ti”.