EVA BECERRA
La afición cada vez se aleja más del Guadalajara y el pasado miércoles, el Omnilife registró la peor entrada de su historia. RÉCORD realizó el conteo de los asistentes al juego en el que Chivas venció 2-1 a Dorados; la cifra que arrojó este ejercicio fue 1,920 personas.
Fueron 1,700 asistentes repartidos en la tribuna de la parte baja, cerca de 120 en la zona de barras y 100 en los palcos. Esta cifra está alejada de las 5 mil 498 que se dio a conocer en el sonido local del inmueble.
La parte superior no se abrió y los boletos tenían un precio de 70 pesos; a pesar de ello los aficionados no se vieron reflejados en las tribunas.
Hasta antes de este duelo, la entrada más baja en el Omnilife para un partido del Guadalajara fue en 2010, en un duelo de corte amistoso entre Chivas y Red Bulls. Asistieron 3 mil personas.
La segunda peor entrada fue en la Copa Libertadores de 2012, cuando el Rebaño empató 1-1 ante el Deportivo Quito. El Omnilife registró una asistencia de 6 mil personas.
A pesar de todo, los rojiblancos sacaron el triunfo que los pone cerca de la segunda fase del torneo de Copa, pero el duelo resultó una pesadilla para Marco Fabián, quien recibió abucheos siempre que recibió el balón. Los seguidores no le perdona su intento de salir del equipo para emigrar al extranjero.
Marco respondió en la cancha y abrió el marcador a los 52’, tras un remate con la cabeza que venció al portero de los sinaloenses, Jesús García.
El segundo tanto lo consiguió Carlos Fierro, a los 70’, mientras que Cristian López, a los 89’, acercó al equipo de Francisco Ramírez, quien decidió mandar a la cancha a un equipo repleto de suplentes.
En cambio, Juan Carlos Ortega no quiere perder tiempo y alineó a gran parte de los jugadores que considera titulares. Además, el regreso de Jorge Enríquez es otra de las buenas noticias para el cuerpo técnico rojiblanco.
Chivas llegó a 12 puntos en el Grupo Seis del Torneo de Copa, aunque el León se mantiene en la cima del sector por diferencia de goles.