GIBRÁN ARAIGE
Hace casi cinco años, Adolfo Bautista se encontraba en el mejor momento de su carrera, sin embargo, la relación con su entonces técnico en Chivas, José Manuel de la Torre, provocó su salida del equipo rojiblanco e inició su declive.
En el Apertura 2006, en la Semifinal de Ida ante América, Chepo decidió sacar a Bautista casi al final del encuentro. El jugador guanajuatense explotó, le reclamó fuerte al timonel, que respondió con gritos.
Chivas lo sancionó económicamente, esperando que que su actitud cambiara. El Guadalajara obtuvo el título y las cosas se enfriaron.
Pero volvió a las andadas y al inicio del Clausura 2007, en un duelo ante La Máquina, De la Torre sustituyó al atacante, quien empezó a realizar señas como si su técnico hubiera perdido la cabeza. Una vez más fue sancionado. Al término del Clausura 2007, Chepo exigió la salida de Bautista y fue respaldado por Néstor de la Torre y por Juan José Frangie.
Jorge Vergara, dueño del Guadalajara, no estaba de acuerdo con la salida del Bofo, pero apoyó al cuerpo técnico y a su directiva. El guanajuatense fue transferido a Jaguares por casi 4 millones de dólares.
A Bautista lo afectaron las lesiones y su forma física decayó. Se recuperó para el Apertura 2008 y anotó nueve goles. Para el torneo siguiente marcó cinco, pero con la llegada de Luis Fernando Tena, en el Apertura 2009, dejó de jugar y la directiva ya no lo quería.
Para el Bicentenario 2010, Chivas lo contrató de nuevo y tuvo un buen arranque, lo que le valió asistir al Mundial de Sudáfrica, donde no tuvo una buena actuación. Del Apertura 2010 al Clausura 2011, José Luis Real dejó de contar con él y sólo jugó 24 partidos. Fue cedido a Gallos, donde jugó seis meses y 10 partidos, pero no hicieron válida la opción de compra y desde noviembre, Bofo no entrena con ningún club.