Atlas y Chivas se respetaron de más en la realización de un partido cuya expectativa se prolongó por varias semanas; al final, una genialidad tuvo que llegar para definir un ganador, que en esta ocasión, fue rojiblanco.
Desde el comienzo, la más reciente edición del Clásico Tapatío se destacó por las imprecisiones ofensivas de ambos conjuntos, que si bien buscaron la meta contraria de manera constante, se equivocaron una y otra vez de cara al marco.
Los de Almeyda, comandados por Marco Fabián y Omar Bravo, compitieron con intensidad y presionaron desde el primer pase de los Zorros, que encontraron el equilibrio gracias al trabajo de Aldo Leao y el fuelle de Rodolfo Salinas.
La primera mitad llegó a su fin sin mayor sobresalto para los equipos presentes en el Estadio Jalisco; sin embargo, el complemento regalaría una pincelada que justificaría el concierto de errores presenciado minutos antes.
Al 76', Fabián fue el encargado de levantar al público de sus lugares con un excelso cobro de tiro libre que se coló a centímetros del ángulo superior derecho de Fraga, que se estiró, pero nada pudo hacer para evitar la caída de su marco.
El resto del encuentro transcurrió con los Rojinegros volcados al frente y con Chivas intentando aprovechar los resquicios ofrecidos por la urgencia de los Zorros, que tampoco pudieron aprovechar la inferioridad numérica del Rebaño luego de una aparatosa lesión del autor del gol.
