Con retraso, pero Necaxa llegó cargado de ilusiones al Estadio Olímpico Benito Juárez en busca del ansiado ascenso al Máximo Circuito después de 5 años de ausencia y espera.
El tráfico representó un obstáculo para arribar con la debida anticipación a la casa de los Bravos; cuando el reloj marcaba las 17:45 horas (una hora y quince minutos antes del inicio), el autobús del equipo visitante hizo acto de presencia y los jugadores y cuerpo técnico se dispusieron a entrar rápidamente a la zona de vestidores.
Cerca de 20 aficionados del conjunto hidrocálido le dieron la bienvenida al equipo al grito enjundioso de "Rayos va a volver'. La mayoría de los protagonistas agradecieron el gesto y también la música estuvo presente.
A dos horas del inicio del encuentro ya se vivía gran expectación y de hecho los boletos ya se habían agotado a los pocos minutos desde la semana previa, por lo que se sentía un ambiente total de fiesta.
El verde, color que adoptó FC Juárez en su vestimenta desde su nacimiento, era una plaga dentro del estadio. Afuera, también se prepararon los juegos pirotécnicos y la gente encargada indicó que al final se detonarían fuera quien fuera el equipo Campeón.
Por su parte, la presidenta del club fronterizo, Alejandra de la Vega, enfundada con la playera de su club, apaciguaba los nervios estando pendiente de cualquier detalle, incluso dentro del campo. Edgardo Codesal por la Comisión de Árbitros y Enrique Bonilla, presidente de la FMF, también estuvieron pendientes de los pormenores.