La euforia de Maradona encendió al pequeño pueblo de Zacatepec. La magia y motivación de Diego sigue impregnada en su equipo que volvió a ganar (0-1) y ya se metió a zona de Liguilla al sumar 12 puntos que lo colocaron en el escalón ocho de la tabla general, oen donde permanecerá por lo que resta de la Jornada 11, ya que el resultado de los dos últimos juegos no afectará al Gran Pez.
El efecto de la visita del histórico argentino se percibió desde los alrededores del estadio Coruco Díaz, donde desde muy temprano las calles en las inmediaciones del estadio fueron bloqueadas para la dejar libre la llegada del conjunto de Sinaloa.
Inclusive para la propia directiva de los Cañeros, recibir al equipo de Maradona fue algo inusual considerando que albergaron a más medios de lo habitual, generando descontrol desde el punto de acreditación hasta acomodarlos en las áreas destinadas a la prensa.
En la cancha, Maradona fue el mismo que ha sido desde que llegó a nuestro pais, intenso, apasionado, metido plenamente el juego y siendo la sensación del encuentro durante los 90 minutos.
Si bien es cierto que al medio tiempo, el argentino lucia molesto por lo que ocurría en la cancha, para la parte complementaria la explosión de alegría en su banca fue incomparable en el momento del único tanto del partido, que le permitió por primera vez ocupar puestos de clasificación desde que llegó a México.