MARIO PALAFOX
Jugó 18 años en Primera División con la misma playera. Ganó seis títulos de Liga, disputó más de 700 partidos y anotó 39 goles. Todo, con América. Sin embargo, Cristóbal Ortega no siente el mismo cariño por las Águilas porque, afirma, las cosas son diferentes ahora, pues las decisiones son tomadas por representantes y empresarios, que no ven por el bienestar del club.
"(Mi cariño) Se ha desgastado por tantas cosas que he visto. La situación del América no es de casualidad, como el éxito no es gratis cuando se consigue. Se trata de disciplina, trabajo y capacidad. Lo que pasa en América es de muchos años, por eso América está donde está; ha sido una gran institución, pero se ve que ha sido manoseado y hasta la fecha lo siguen manejando empresarios o representantes”, añade Ortega, quien cambia su tono de voz, tras cuestionar que, así como el amor por la playera no es el mismo para él, tampoco lo es para millones de aficionados.
"Ese amor o ese orgullo que sentía como jugador ha ido desapareciendo y tristemente también en muchos millones de aficionados americanistas, porque es cierto que tiene muchos millones de seguidores, pero ya han desertado y han seguido a Pumas o Cruz Azul”, expresó Ortega.
Cristóbal asegura que el presidente del América lo llamó un par de ocasiones para formar parte de proyecto, pero que no se quedó porque las cosas no son como en el pasado. Además, cuestionó el perfil que se busca ahora en los jugadores, quienes ya no entienden qué significa jugar en el América.
"A mí, Michael Bauer me ha considerado; en dos ocasiones me habló, pero no se inclinaron por mí; pero no lo digo por mí, yo he estado alejado de la institución. Pero ahí está Juan Antonio Luna, Antonio Carlos Santos; también Gonzalo Farfán.
"Lo importante es que hayas nacido y vivido ahí, que haya cariño y orgullo, porque sabes que todos te quieren ganar y te debes preparar para ganar y no sólo para competir, sino para ser el mejor. Cuando era joven salíamos correteados, nos querían pagar por ser del América. Todo eso te genera un gran cariño, identidad, orgullo y deseo de defender la playera y la institución. Aparte de ese carácter y personalidad, debes tener capacidad, y eso no es fácil de encontrar y desarrollar”, concluyó.