América cumple 95 años sumido en una crisis

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BERNARDO MALDONADO
| 01 Ene, 2013

JONATAN PEÑA | OMAR HERNÁNDEZ

No hay mucho que festejar. América cumple hoy 95 años de vida, un aniversario más de ser uno de los equipos más importantes de México, pero atrás quedaron aquellas épocas de gloria. Los malos resultados y el pobre espectáculo de la actualidad sólo crean nostalgia por las legendarias Águilas, como las de los 80, donde sus seguidores decían con orgullo: "soy americanista”.

"Hay que buscar otra vez jugadores talentosos, jóvenes, para que el club salga adelante otra vez”, manifestó una de las leyendas azulcremas, el brasileño Antonio Carlos Santos, quien recuerda tan bien los días de gloria de aquel equipo, que asegura que nunca fueron reprobados por sus seguidores.

"No me acuerdo que alguna vez yo haya recibido algún abucheo para el América, a pesar de que hubo veces que no salía en un gran día. Tampoco me acuerdo que algún directivo o jugador saliera abucheado”, apuntó.

La clave para regresarle la grandeza, ahora tan maltrecha, a los de Coapa, es recordando el compromiso que significa portar la playera amarilla.

"Básicamente el saber que América es un equipo grande, importante; que todos los equipos querían ganarle y jugara como tal, con gran mentalidad consciente de que el rival crece automáticamente al jugar contra América”, apuntó Ricardo Peláez.

LOS INICIOS
América inició honrando al juego un 12 de octubre de 1916, en la calle Alzate número 136, en la Colonia Santa María la Ribera, y poco tiempos después se transformó en el conjunto más poderoso de la época.

En la temporada 1917-1918, con el nombre de Centro Unión, obtuvo su primer triunfo oficial en la Liga Mayor de la Ciudad; pero en 1920 volvió el mote original.

Durante la década de los 20, el equipo consiguió cuatro títulos amateurs consecutivos; aunque en la siguiente década no hubo los mismos resultados.

Tampoco pasó mucho cuando inició la Liga profesional en México. América cayó de media tabla para abajo. Aunque todo se transformó cuando fue adquirido por Emilio Azcárraga Milmo.

El título no llegó sino hasta la temporada 65-66 y a partir de ahí su historia ha sido el antagonista, pues la filosofía del dueño siempre fue tener a los mejores, al precio que fuera.

 

BORJA Y COMPAÑÍA
A principio de esta década, el América se renovó y llegaron algunas leyendas del equipo– entre ellos Enrique Borja– y ahí se perfiló la grandeza del club.

Este equipo ganó el primer Campeonato en la historia de las Liguillas, en la temporada 1970-71, y que representaba el segundo para la institución.

Luego, en la temporada de 1973-1974, el América ganó el Campeonato de Copa, y en la 1975-76 se llevó la Liga y el Campeón de Campeones.

Para cerrar con grandeza, los Cremas ganaron el título de la Concacaf y la Copa Interamericana, en la que vencieron en dramático encuentro al Boca Juniors.

 

LA ÉPOCA DORADA
Ésta fue, sin duda, la época dorada del América, debido a las alegrías regaladas a su afición, con triunfos, C ampeonatos que llenaron sus vitrinas y un gran espectáculo en la cancha, situación que contrasta con la actualidad.

Los Ortega, Tena, Zelada, Santos, Zague, Brailowsky, Bravo, Farfán y muchos más quedarán grabados para siempre en la historia del club.

"Se empezó a comprar en los 70 a todos: jugadores mexicanos y extranjeros. Se hizo una renovación, pero al mismo tiempo eché a andar las fuerzas
básicas; aunque no podíamos esperar una respuesta rápida, era un trabajo a largo plazo. En los 80, todo ese trabajo fructificó y el América resultó varias veces Campeón, pues tenían seis o siete años de jugar juntos en fuerzas básicas y se complementaron con buenos extranjeros”, explicó a RÉCORD, en alguna ocasión, el ex directivo, Panchito Hernández (qepd).

Durante esos 10 años, la cosecha fue vasta: cinco títulos de Liga (83-84, 84-85, PRODE 1985, 87-88 y 88-89), dos Campeón de Campeones (87-88 y 88-89) y una Copa de Campeones de la Concacaf (1987).

Y Panchito tenía razón; en aquella etapa los jugadores amaban la camiseta.

 

TRISTES TIEMPOS
La historia del América en la primera década del siglo XXI estuvo marcada por el campeonato del Verano 2002, ante Necaxa, pues fue cuando rompió con una larga sequía de 13 años. Después, la espera no fue tan larga, pues en el torneo Clausura 2005 se consiguió la última estrella bordada en la legendaria playera amarilla.

"Eran 13 años sin ganar un título (Verano 2002); creo que sin acercarse siquiera. Había demasiado nerviosismo, pero cuando estábamos en la Final, no se me podía ir”, declaró a RÉCORD, vía telefónica Manuel Lapuente, el estratega artífice de ese regreso de las Águilas a la cima del futbol mexicano, recuperando el respeto perdido.

Ya pasaron seis años de aquella última coronación, y con los años han llegado cada vez más sinsabores: ningún título, jugadores sin identidad, funcionamiento pobre; por lo que Lapuente, a lo lejos, lanza una recomendación:

"La angustia deberían de erradicarla. En épocas de crisis es cuando más tranquilo se debe de estar”, remató el experimentado estratega.

Ahora, en este aniversario, y cerca de cumplir un siglo de vida, las Águilas deben iniciar esa transformación que las lleve donde el futbol mexicano les tiene reservado un lugar: las alturas.