Ronaldinho fue ovacionado en su primer entrenamiento con el Fluminense por los cerca de 150 hinchas que acudieron a la sede del club carioca para ver al flamante refuerzo.
El futbolista de 35 años, que regresó a Brasil tras una corta temporada en el Querétaro, se limitó en su primer día oficial como jugador del club tricolor de Río de Janeiro a realizar ejercicios en el gimnasio y en la cancha, sin tocar el balón, ante la necesidad de recuperar su estado físico.
Su primer entrenamiento coincidió con el anuncio de la Confederación Brasileña de Futbol (CBF) de que la situación del centrocampista ya está regularizada y que puede debutar con el Fluminense el próximo sábado, cuando el equipo se mida con el Gremio por la decimosexta jornada del campeonato.
El entrenamiento de este lunes en la sede del Fluminense estaba dirigido a los jugadores que no actuaron el pasado domingo, en la derrota que el club encajó en su visita al Chapecoense (2-1).
El campeón mundial y exjugador del Barcelona, París Saint Germain y Milan fue inicialmente recibido en el vestuario por sus nuevos compañeros y, tras un entrenamiento en el gimnasio, apareció en la cancha para dar unas vueltas junto al preparador físico del Fluminense, Gabriel Pinho.
Su aparición en la cancha por cerca de quince minutos fue suficiente para que los hinchas que estaban en los graderíos calmaran sus ansias y lo ovacionaran prolongadamente.