El Real Madrid volvió al triunfo en el Santiago Bernabéu, resultado que vuelve a dar tranquilidad al entorno merengue; la luz volvió a casa, en donde habían estado perdiendo puntos tanto en Liga como en Champions.
El cuadro de Zinedine Zidane venció 3-0 al Eibar, un resultado muy corto ante las múltiples llegadas de los madridistas. El visitante, con un plantel muy modesto, poco pudo hacer para dar batalla al Campeón liguero, aunque el que sí lo intentó fue el juvenil Casilla, quien se vio bien tapando lo que le llegaba.
Los blancos venían de conseguir solo tres victorias en siete juegos como locales, resultados de los cuales ya se señalaban como criticos, así que el triunfo calmó las tormentas, aunque igual se hablará de que el rival era débil.
El primer gol llegó gracias a un autogol del portugués Paulo Oliveira al 18', anotación precedida a la presión de Sergio Ramos, quien estaba en la zona listo para rematar de cabeza.
Diez minutos más tarde, Asensio, firmaría un golazo; el dorsal 20 merengue, de media vuelta, prendería el balón de primera y así concretaría la segunda anotación.
La parte complementaria fue totalmente de asedio blanco y el partido ya se iba ir sin otro gol, de no ser por Marcelo; el brasileño mandó el balón a las redes enemigas con un potente zurdazo, a ocho minutos del final.
Los siguientes compromisos de los merengues son de visitante en la Copa del Rey ante el Fuenlabrada, mientras que en Liga enfrenta al Girona.
