Franz Beckenbauer pidió que el informe sobre posibles actos de corrupción en la asignación de las sedes para los mundiales de 2018 y 2022 se haga público y agregó que él no recibió sobornos antes de esa votación.
"Nadie me ofreció nada para influir en mi voto. Eso nunca sucedió", dijo Beckenbauer a través de un traductor en Londres. "En lo que a mí respecta no puedo decir nada porque el voto fue secreto y tengo que respetar el acuerdo que hice en ese momento".
La leyenda de la selección alemana y técnico Campeón del Mundo en 1990 salió del comité ejecutivo de la FIFA meses después de la votación de diciembre de 2010 en la que se designó a Rusia y Qatar organizadores de los mundiales de 2018 y 2022, respectivamente.
Beckenbauer aún participa en la FIFA, pero fue suspendido brevemente de cualquier actividad relacionada con el futbol en junio por la comisión de ética por negarse a cooperar con el fiscal Michael García, encargado de la investigación sobre corrupción. La suspensión se levantó cuando el ex jugador alemán aceptó responder los cuestionamientos.
El teutón dijo que no entendía por qué el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quiere que el informe de García se mantenga reservado, haciendo eco de otros ejecutivos, como Michel Platini, que piden su divulgación.
"En lo personal no tengo nada que esconder", dijo Beckenbauer, quien es asesor especial de la comisión de futbol de la FIFA, en la conferencia especial de seguridad en el deporte. "Si no tienes nada que esconder puedes publicarlo y divulgarlo".
Pese a que la conferencia se llevó a cabo en el Centro Internacional para la Seguridad en el Deporte de Qatar, Beckenbauer puso en duda un aspecto clave de la propuesta de la nación del Golfo Pérsico, el elevado uso de electricidad que demanda el sistema de enfriamiento diseñado para neutralizar las elevadas temperaturas. Las discusiones entre la FIFA y los organizadores cataríes acerca de un eventual cambio en las fechas del torneo siguen, aunque los anfitriones aseguran que pueden hacerlo en cualquier época del año.
"Me sorprendió que Qatar ganara", dijo Beckenbauer. "En el verano es imposible jugar futbol pese a que Qatar desarrolló un sistema de enfriamiento en los estadios para que haya temperaturas más cómodas. Técnicamente hablando es posible, pero ¿es necesario? Se gasta mucha energía, mi sugerencia es que se juegue en invierno".