Liverpool derrotó este sábado 4-5 al Norwich City, en un partido de voleteretas correspondiente a la Jornada 23 de la Premier League inglesa.
Durante un juego completamente loco, con tres goles en la primera mitad y cinco en la segunda, los pupilos de Jürgen Klopp lograron darle la vuelta al marcador y llevarse los tres puntos de Carrow Road para situarse en séptima posición del campeonato, a sólo una unidad de puestos europeos.
En el que ha sido probablemente el encuentro más dramático de la temporada, los Reds acabaron imponiéndose después de haber llegado al minuto 54 con una desventaja de dos goles (3-1).
Liverpool comenzó muy bien, y a los 18 minutos de juego se fueron adelante gracias a un tanto de Firmino. Sin embargo, la reacción no tardó y apenas 10 minutos después, Dieumerci Mbokani, con un gol de tacón desde el área pequeña, empató el marcador.
Posteriormente, Steven Naismith marcó el de la remontada y provocó un penalti para la tercera anotación.
Fue aquí donde los Reds se armaron de valor y coraje para dar la vuelta al partido, cuando Henderson anotó al minuto siguiente, y en el 63' el equipo hilvanó una gran jugada colectiva que culminó Firmino para lograr su doblete.
Con 3-3 y el partido roto, Milner aprovechó, a falta de un cuarto de hora para el final, un error de Russell Martin para poner nuevamente por delante a los suyos y dejar el choque casi sentenciado.
Sin embargo, lo mejor estaba por venir, y a dos minutos del tiempo de compensación, el defensa francés Sebastien Bassong conectó un zurdazo desde dentro del área y batió a Simon Mignolet para júbilo de los aficionados.
El héroe terminó siendo Adam Lallana, intermitente en todo el juego, pero al 95' recogió el esférico desde el punto de penalti y sentenció el encuentro para el efusivo festejo del conjunto porteño.