Al confirmarse su quinto título de forma consecutiva, de 2011 a 2016, la Juventus de Turín se unió al reducido listado de clubes en todo el mundo que se han convertido en amos de su Liga logrando por lo menos cinco campeonatos consecutivos.
El mejor ejemplo de los titanes del futbol es el Real Madrid, que en dos ocasiones ha logrado hilar cinco cetros del torneo local, máxima marca en el balompié ibérico; de 1960 a 1965 y de 1985 a 1990 fueron imbatibles. Los referentes de ambas marcas fueron Ferenc Puskas y Hugo Sánchez.
Las hegemonías también se han dado en otras ligas de cierta importancia, como lo logrado por el Olympique de Lyon y sus siete títulos de 2002 a 2008 y la labor del Olympiacos, que dominó la Liga de Grecia de 1997 a 2003, acumulando hasta seis títulos.
Caso peculiar es el de la Liga de Escocia, donde el Celtic y el Rangers se han encargado de amasar campeonatos; ambos han sumado hasta nueve campeonatos de manera seguida: los albiverdes de 1966 a 1974 y los Light Blues del 89 al 97.
En Ucrania también se destacó el Dinamo de Kiev de los años 90; del 93 al 2004 no hubo otro Campeón en su balompié, y fue Andriy Shevchenko el principal artífice de tan grandes hazañas.
En todo el continente americano solo han existindo dos conjuntos con tales blasones: el primero de ellos fue el Racing de Avellaneda, que se erigió como Heptacampeón de 1913 a 1919, la racha más larga en Argentina.
Una mención especial es meritoria para el Santos de Brasil, que de la mano de Pelé se consagró como el mejor de su país de 1961 a 1965, un logro mayor en una Liga que desde sus inicios se destacó por su competitividad.
