Italia se impuso este domingo a Bulgaria (1-0), en la octava Jornada de la fase de clasificación para la Eurocopa 2016, con un gol de penalti de Daniele de Rossi, que fue expulsado en el segundo tiempo por protagonizar una trifulca con el búlgaro Iliyan Mitsanski, reforzando su liderato del Grupo H.
Un partido curioso para De Rossi, que sumó su 101 como internacional absoluto y se ha visto goleador y expulsado; justo en el mismo estadio donde hace 11 años debutó con la selección italiana, en un choque ante Noruega (4 septiembre 2004) en el que también marcó.
La selección "azzurra" dominó todo el partido, tuvo un mejor control del balón y mostró su juego más ofensivo, frente a una Bulgaria que apenas tuvo ocasiones de marcar.
El tanto, a la postre del triunfo, llegó pronto: a los seis minutos de juego. Falta dentro del área búlgara de Vaselin Minev sobre Antonio Candreva y penalti convertido por De Rossi.
El jugador de la Roma, que lanzarlo dos veces, pues en la primera ocasión su tanto fue anulado porque dos jugadores italianos se encontraban dentro del área; en la segunda, también acertó.
El gol les dio a los de Antonio Conte la serenidad necesaria para encarar el partido con mayor confianza y seguir presionando a un rival algo perdido. Los "azzurri· llegaban cerca del área rival, creaban ocasiones, pero no las finalizaban con el acierto preciso.
Una de las más claras en el minuto 47, cuando Marco Parolo protagonizó una acción de gol, que efrustró el meta búlgaro Mitrev.
También el portero italiano Gianluigi Buffon, que cumplía 150 partidos con la selección italiana, en las escasas intervenciones que tuvo que realizar estuvo atinado; en especial, en la primera mitad, ante disparo raso en la frontal de Mitsanski.
Uno de los momentos de mayor tensión se dio en el minuto 56, cuando se produjo la expulsión de De Rossi y de Mitsanski.
Ambos jugadores se vieron envueltos en una trifulca, tras falta del búlgaro sobre el italiano, que cayó al césped, vio como su rival le pisaba, y le lanzo una patada. El colegiado mostró la roja a ambos. Al búlgaro por el pisotón y al italiano por la reacción.
A partir de ahí, Bulgaria dio mayor alegría a sus ansias ofensivas, ante una Italia más conservadora y más pendiente de defender su ventaja que en aumentarla.