España goleó a Costa Rica en La Rosaleda, el reino de Isco Alarcón que se marchó lesionado tras un recital colectivo de fUtbol, con una primera parte repleta de brillantez ante un rival que añoró a sus referentes Keylor Navas, Joel Campbell y Bryan Ruiz, y que fue goleada por un equipo que ilusiona.
Con Isco siendo profeta en su tierra y poniendo en pie a todo el estadio, el futbol se desató con la velocidad en el toque de primeras y la movilidad de todos. Así Jordi Alba avisó nada más arrancar el duelo y a su segundo intentó abrió el marcador. Su zurdazo seco al pase atrás de Silva ya ponía en ventaja a los 6 minutos.
La selección visitante, con tres centrales, acabó sitiado en su terreno y corriendo tras el balón para mostrar desesperación en los pocos instantes que lo mantenía. La pérdida de los locales siempre en zona alta, facilitaba la presión y recuperación rápida.
La Roja mostró cómo se debe abrir una defensa de cinco. El punta, Morata, cayó siempre a banda izquierda y los espacios los aprovecharon jugadores de segunda línea. Le faltó acierto en el remate en dos acciones antes de encontrar el gol para premiar una pared entre Iniesta y Silva. El balón muerto lo aprovechó el jugador con hambre de gol para marcar el segundo.
A los costarricenses les costaba un mundo superar el centro del campo. Solo un desajuste defensivo le permitió ver de cerca el gol. Gamboa en el segundo palo, tras centro lateral, disparó pero no encontró la puerta del debutante Kepa, que no tuvo trabajo en toda la noche hasta el último segundo del partido, cuando sacó una mano salvadora para dejar sin goles a su rival.
Fue cuando emergió la figura del máximo goleador de la 'era Lopetegui', un David Silva que está a un paso de entrar entre los tres mejores artilleros españoles. Marcó el primero tras otra acción de Iniesta con taconazo de Aspas, que le cayó a placer al canario. Y el segundo tras robar el balón a Oviedo pegado a la banda y disparar de zurda raso entre las piernas de Carvajal.
El partido bajaba de ritmo cuando llegó la acción fea, con una durísima entrada de Waston a Isco, que provocó la petición de cambio del mago malagueño. Se marchó cojeando, con la afición en pie, antes de que Iniesta pusiera el broche a su gran encuentro con un derechazo desde fuera del área al que reaccionaba tarde Carvajal y el debut de Luis Alberto, el octavo con Lopetegui, en una España que enamora e ilusiona de cara al Mundial de Rusia 2018.