El seleccionador brasileño, Dunga, criticó a sus jugadores por haber organizado un culto evangélico en el hotel de concentración en Boston, después de un amistoso contra Estados Unidos.
Al menos diez futbolistas de la selección participaron en la celebración religiosa, que fue promovida por Kaká y David Luiz, y oficiada por el pastor brasileño Guilherme Batista después del amistoso que Brasil ganó a Estados Unidos por 1-4.
Dunga afirmó que no permitió la celebración de ese culto, aunque matizó que no ocurrió dentro de la zona de concentración, sino en las dependencias del hotel destinadas a recibir a los familiares.
El entrenador aseguró que conversó con sus jugadores para comunicarles que la selección "no es lugar para ese tipo de manifestación" y para advertirles de las personas que se acercan al equipo nacional para ganar "repercusión".
El pastor que ofició el culto evangélico publicó en las redes sociales numerosas fotografías y un video de la celebración religiosa e incluso se tomó una foto al lado de Dunga en el aeropuerto de Sao Paulo.
Dunga recalcó que no se opone a "ninguna religión", pero invitó a sus jugadores a practicar su fe "interiormente" y a no hacer publicidad de ello.
"Cuando quiero hacer el bien, no hace falta decir a todo el mundo que hago el bien", resumió.
No obstante, aseguró que este tipo de incidentes no influye en nada en la convocatoria de jugadores y negó que la ausencia de Kaká de la lista que anunció para los primeros partidos de las eliminatorias suramericanas para Rusia 2018 se deba a este motivo.
En ese sentido, dijo que en el futuro pretende llamar de nuevo a "jugadores con experiencia", pero siempre que tengan "condiciones físicas y técnicas" para jugar en la selección.