Vicente del Bosque anunció este jueves el final de su carrera como entrenador, una decisión que ya se veía venir desde hace algunos meses y que se concretó con la eliminación frente a Italia en la Euro 2016.
El 'Bigotón', un hombre de gran prestigio y para muchos mal tratado por el futbol, llegó para culminar la obra iniciada por Luis Aragonés en la Selección de España.
En 2008, España era la eterna candidata que siempre se quedaba en la orilla en el momento de luchar con las grandes potencias futbolísticas.
La conquista de la Eurocopa de aquel año fue un golpe a su historia. Cuando superaron en Cuartos de Final a la 'Nazionale' derrumbaron sus propios fantasmas y nadie los frenó hasta levantar el título Henri Delaunay ante la mirada de la poderosa Alemania.
Fue entonces que llegó Del Bosque para tomar el mando de un equipo que estaba destinado a maravillar al mundo. Nadie puede negar que tuvo la fortuna de contar con una generación envidiable de futbolistas, pero el mérito fue grande al saber encauzar a estos jugadores hacia las más grandes hazañas.
Tras cambiar el 'chip' de España para convertirlo en un equipo ganador, creó un gran ambiente en el vestuario y mantuvo el hambre de triunfo entre sus dirigidos, muchos de ellos acostumbrados a ganar títulos cada año.
La cúspide de su carrera la tuvo en Sudáfrica 2010, cuando con un agónico gol de Iniesta en tiempos extras, conquistó la Copa del Mundo con un futbol atractivo para la tribuna, lleno de toques y magía.
Parecía que el reinado español sobre el mundo de la pelota terminaría aquel día en Johannesburgo, pero no, la monarquía no sería efímera, ya que un par de años más tarde logró algo inédito al convertir a 'La Furia Roja' en Bicampeona de Europa, esta vez con una humillación de 4-0 a la siempre combativa Italia, uno de los 'monstruos' del pasado español.
Por supuesto que nada es eterno y la realidad golpeó de la forma más cruel al 'Bigotón' en tierras amazónicas, cuando en plena Copa del Mundo Holanda y Chile evidenciaron que vientos nuevos soplaban para el futbol mundial, pero ni un fracaso de este tipo le quitó el cariño de su pueblo, por lo que se mantuvo dos años más en su cargo.
Sin embargo, el legado más grande del estratega no son los títulos, la gloria mundial y la sabiduria para conducir a los españoles. Del Bosque será recordado por el respeto a la redonda, la forma de enamorar al orbe con un balón, en tiempos donde ganar a toda costa parece ser lo único que importa.
