Cristiano Ronaldo volvió a hacer de las suyas. Con todo y un gol en fuera de lugar, el delantero portugués se echó al Real Madrid a los hombros y condujo la victoria por 4-2 sobre el Bayern Munich, para que su escuadra consiguiera el pase a las Semifinales de la Champions League.
El muro merengue parecía impenetrable. La escuadra de Zinedine Zidane tenía los espacios muy bien cerrados y no permitía que el ataque bávaro tuviera oportunidades claras de gol, hasta que llegó un viejo conocido de la afición mexicana.
En un desplante de habilidad, Arjen Robben ingresó al área rival y Casemiro, al intentar detenerlo, le dio una ligera zancadilla; como en el #NoEraPenal del pasado Mundial, la actuación del holandés fue soberbia, a pesar de que no era necesaria porque la falta existió. El silbante marcó la pena máxima y, al 53', Robert Lewandowski marcó el 1-0 que desató la locura del partido.
La remontada alemana parecía inminente. Carlo Ancelotti tenía a sus mejores hombres en la cancha y éstos no dejaban de buscar el gol que necesitaban para eliminar al Madrid. Sin embargo, apareció el mago blanco para devolverle la ilusión a su equipo.
En un desborde por la banda derecha, Casemiro redimió sus pecados y mandó un centro preciso para el astro lusitano, quien ganó la marca en el área y, de cabeza, emparejó los cartones en el Santiago Bernabéu al 76'.
La sonrisa duró apenas un minuto en la afición local, pues en la siguiente jugada, Sergio Ramos, al querer despejar el esférico, lo mandó al fondo de las redes de Keylor Navas. Se sintió como un balde de agua fría para los de la Casa Blanca y la prórroga se vislumbraba en la capital de España. No había para más. El 2-1, 3-3 global, terminó tras 90 minutos.
Los tiempos extra debían ser el escenario perfecto para que CR7 consumara su obra. Al 104', con la superioridad numérica por la expulsión de Arturo Vidal, el Madrid se dejó ir con todo al ataque; entonces, Sergio Ramos mandó un pase filtrado para Cristiano, quien recibió en posición adelantada y aprovechó para firmar el 2-2 del partido.
La visita se hundió en ese momento. No hubo capacidad de reacción por parte del conjunto de Múnich y Cristiano Ronaldo consiguió su triplete al 109', con el cual sentenciaba el partido: Marcelo ingresó por la izquierda y sirvió para la llegada del jugador que ya sumaba 100 goles en Champions League; sin presión, marcó el 3-2 para el Madrid y el 101 en su cuenta personal en el máximo torneo a nivel de clubes.
El resto fue un paseo en el parque y Marco Asensio se dio el lujo de anotar un golazo al 112', cuando hizo ver mal a Mats Hummels con una finta y definió cruzado para vencer a Manuel Neuer. El 4-2, 6-3 global, fue un resultado merecido y contundente frente a la máquina bávara. Real Madrid se ve levantando una Orejona más.