Celia Castedo, funcionaria de Aasana que solicitó refugio en Brasil tras ser culpada por el accidente del Chapecoense, mencionó en una carta que sus dirigentes la obligaron a cambiar el reporte que había realizado, donde indicó que alertó que la autonomía del traslado no era lo adecuado.
"Fui sometida a hostigamiento y presiones por parte de mis superiores, ordenándome modificar el contenido del informe que horas antes mi persona había presentado por vía interna, en el que se detallaban las cinco observaciones que hice al Plan de vuelo de la línea Lamia (LMI 2933) el día 28 de noviembre", expresó la funcionaria.
Además, tras ser acusada por autoridades bolivianas del percance aéreo donde perdieron la vida futbolistas y parte del cuerpo técnico del equipo brasileño, la burócrata de la Administración de Aeropuertos y Servicios Auxiliares a la Navegación Aérea, añadió que dentro de sus facultades a cargo no tenía la responsabilidad de permitir despegues o aterrizajes.
"No tenía la autoridad para autorizar, detener o impedir la salida de aeronaves, eso es responsabilidad de la DGAC", explicó Castedo.