El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, suspendido temporalmente de su cargo, acusó este miércoles a su colega de la UEFA, Michel Platini, de ser el causante directo del escándalo que ha hecho temblar los cimientos de la máxima organización del futbol mundial.
"Al principio la diana de los ataques fui yo. Y lo ideó todo Michel Platini. Es algo personal", reveló Blatter en entrevista con la agencia rusa TASS.
Blatter subrayó que Platini "siempre quiso ser presidente de la FIFA", pero "no tuvo el coraje de presentar su candidatura en las elecciones de 2015".
"Cada persona que dirige la UEFA se ve infectado por un virus que se llama Anti-FIFA", señaló.
Recordó que antes de que Platini fuera elegido para encabezar la UEFA eran los mejores amigos, pero después no le invitó a la apertura de la Eurocopa en 2008.
"Desde entonces, ni una vez tomé parte en las actividades protocolarias de la UEFA, ya que consideré que aquello había sido una falta de respeto, y no hacia mi persona, sino hacia todo el colectivo de la FIFA", declaró.
Al mismo tiempo, rompió una lanza en favor del francés al afirmar que los dos millones de francos suizos que recibió Platini de la FIFA, y que han provocado su suspensión temporal, son el pago de una deuda por un trabajo realizado y no representan un acto delictivo.
En 2010, Platini se dirigió a la FIFA para que le pagaran la deuda, a lo que Blatter respondió que el propio jefe de la UEFA estimara el monto.
"La cuenta se cifró en 2 millones, a razón de medio millón por año. Yo aprobé el pago. Ese es mi lema: si le debo dinero a alguien, debo pagarle. Eso es todo. Ese dinero no fue un pago por ninguna otra cosa", precisó.
EU, EL OTRO CULPABLE
Blatter agregó en la entrevista que en la FIFA no habría ninguna crisis si Estados Unidos hubiera sido electo para organizar el Mundial de 2022.
"Teníamos previsto prepararnos para dos magníficos mundiales: Rusia 2018 y EU 2022. En su lugar, hablamos de la crisis en la FIFA", afirmó.
Blatter reveló que la nación norteamericana y Reino Unido se sumaron a la campaña de desprestigio a su organismo, pues no pudieron ganar las elecciones para ser sede de las Copas del Mundo de 2018 y 2022.
"Junto a las autoridades suizas, esos países orquestaron un ataque contra la FIFA y su presidente. Estoy seguro de que cuando todo comenzó, en la UEFA no se imaginaban que esto se convertiría en una escándalo político internacional", manifestó.