El 'Fair Play' financiero impuesto por la UEFA en 2011 y adaptado a la Liga española por la LFP en 2013 fue el motivo por el que el Barça declinó fichar al lateral colombiano de la Fiorentina, Juan Guillermo Cuadrado, ya que las cifras de la operación (40 millones de euros por el traspaso), además de los 4.5 millones anuales que reclamaba el jugador afectarían notablemente las cuentas del Barcelona.
De acuerdo con el diario español 'Sport', el club catalán realizó dos consultas previas, tanto con la UEFA como con el comité de control económico de la LFP, para saber si el fichaje de Cuadrado se ajustaría a los límites presupuestarios que tiene que cumplir el Barça (en función de su presupuesto de las últimas temporadas y de su proyección de ingresos y gastos en los próximos años) y en ambos casos, la respuesta fue negativa.
Fichar a Cuadrado suponía no solo desequilibrar los balances de la presente temporada, sino también arriesgarse a una sanción de la UEFA y de la LFP.