El Wolverhampton trabajó hasta el final para mantener el empate ante el Liverpool, pero Divock Origi apareció en el tiempo agregado del segundo tiempo para darle la victoria a los Reds por 0-1 y tomar de manera momentánea la cima de la Premier League.
Raúl Jiménez salió de titular y disputó todo el partido en el encuentro disputado en el Molineux y apesar de contar con el apoyo de su gente tuvo pocas posibilidades de perforar el marco rival, además de que la defensa de Liverpool logró dejarlo en posición adelantada hasta en tres ocasiones.
Los de Jürgen Klopp no perdieron la oportunidad de pasar en la tabla al Chelsea después de la derrota de los 'Blues' contra el West Ham United. Ahora la pelota está en el tejado del Manchester City, que podría arrebatarles el primer puesto con una victoria en Watford.
El gol de Origi en el minuto 95 terminó con un infierno de partido para el Liverpool, que parecía maldito de cara a gol, sobre todo después de que Diogo Jota fallara una de las ocasiones más claras en la historia reciente de la Premier al no ser capaz de definir a puerta vacía tras un error de José Sá.
El arquero salió a lo loco, no se entendió con su defensa y dejó solo, a puerta vacía, a Jota, un ex del Wolves.
El portugués condujo de más, se llenó de balón y cuando ya había dos jugadores bajo la portería, a la desesperada, eligió fuerza en lugar de colocación y se estrelló con Coady.
Mientras tanto, los de Bruno Lage se encomendaron a un Adama Traoré que estuvo muy bien, pero al que le faltó acierto de cara a gol. Lo mismo que a la dupla Mohamed Salah-Sadio Mané. El senegalés tuvo el 0-1 en sus botas en un disparo a bocajarro que le taponó Sá, pero el que apareció como héroe fue Origi, el delantero olvidado de este equipo. A un minuto del final, el belga definió una jugada de Salah por una banda con un remate a la media vuelta en el área pequeña
El campeón hace dos temporadas le mete un punto de ventaja al Chelsea y se queda con un punto más que el Manchester City, que juega este sábado en el campo del Watford. El Wolves ve cómo Europa se le escapa y los de Lage son octavos, a seis puntos de la Champions League y a dos del quinto puesto del Arsenal, que aún tiene que jugar.
