El Barcelona más efectivo, con Ousmane Dembélé como paradigma, dio un nuevo paso hacia el subcampeonato de LaLiga tras derrotar al Celta (3-1) en un partido presidido por la preocupación generada por Ronald Araujo, que tuvo que ser ingresado de urgencia en un hospital por una fuerte contusión en la cabeza.
Los azulgranas jugaron con uno más desde el minuto 58 por la expulsión de Murillo y podrían asegurarse esa segunda plaza en función de los próximos resultados de Sevilla y Atlético de Madrid.
El Celta de Eduardo Coudet estaba mucho más ordenado, tenían más ideas los celestes, pero poca llegada. Iago Aspas apenas tuvo participación en la primera parte, y el principal peligro lo llevaba Cervi desde la izquierda y Galhardo, que fue quien remató más a puerta.
El partido se movió en un encefalograma plano hasta que aparecieron dos fogonazos. Dembélé, hasta entonces poco lucido, se desperezó a la media hora, se rifó a dos defensas y dio el gol a Memphis.
El francés se libró de Javi Galán mediante un caño y con un regat en corto de Cervi. Su centro en el corazón del área lo aprovechó Memphis para batir a Dituro. Era la duodécima asistencia del extremo y el duodécimo gol del 'oranje'.
El Celta reaccionó por medio de Galhardo, que obligó a una gran intervención de Ter Stegen en el 37, y en la recta final del primer tiempo, apareció la conexión holandesa (de Jong-Memphis) para darle más brillo al juego de los locales.
Memphis, el mejor de su equipo en los primeros 45 minutos, fue determinante en el 2-0. Jugó con inteligencia por la izquierda, Aubameyang estuvo listo ante el error de Nestor, y el delantero centro azulgana puso el segundo en el marcador azulgrana, seguramente demasiado para los méritos que habían hecho los de Xavi.
El animador del segundo tiempo fue Dembélé. Cada vez que intervenía pasaban cosas. Como en el 48, cuando sirvió el 3-0 en bandeja a Aubameyang, en la certeza de que la conexión con su excompañero del Dortmund es la que más funciona (3-0).
Sin embargo, el espejismo del 3-0 se desvaneció con un error grave de Ter Stegen que regaló el balón a un delantero del Celta y Aspas no perdonó (3-1, min . 50).
La expulsión de Murillo, en una acción con Memphis (58), y el susto que propició Araujo (min. 62), que tuvo que ser evacuado en ambulancia por un fuerte golpe en la cabeza, e ingresado de urgencias en hospital barcelonés apagaron el partido definitivamente.
A partir de entonces, el encuentro cayó en picado. El Celta levantó bandera blanca y el Barça se aseguró un triunfo que le deja a dos puntos del subcampeonato, lo máximo a lo que podía aspirar.