Martín Vázquez: 'Hugo Sánchez era un adelantado a su época'
Rafael Martín Vázquez era parte clave de aquella gloriosa Quinta del Buitre. Por aquellos años, el medicampista madrileño y Hugo Sánchez compartieron, además de buen futbol, la habitación durante las concentraciones. Él le dio el magnífico pase para que el mexicano rematara de chilena ante el Logroñés. Nadie mejor que él para analizarlo.
“Hugo era un hombre adelantado para nuestra época”, relató en entrevista con RÉCORD, quien fue parte de las glorias merengues en los 80 y 90. Vázquez, quien tuvo su paso por México, asegura que el “talento físico de Hugo, su fuerza mental y la manera de cuidar su imagen eran únicas”, cuenta.
“En cuanto al remate, fue siempre único. No recuerdo un jugador que los 38 goles los haga de un solo toque, Hugo tenía un repertorio increíble”, afirmó.
¿Cómo recuerda su paso por el futbol de México?
Estuve de enero a abril y fue una experiencia muy bonita. Me sorprendió mucho el campeonato en sí. Me llamó la atención también la calidad de los jugadores, las diferencias que hay de jugar de una ciudad a otra por la altitud, la altura de la hierba porque lógicamente es muy diferente el calor que hace con respecto a aquí y me sorprendió también que los equipos jugaban muy bien al futbol y era un campeonato muy competitivo y me resultó al principio difícil poder adaptarme por la altitud. Me acuerdo que mi primera semana tuve unos dolores de cabeza increíbles. Fue una experiencia muy positiva.
Siguiendo un poco a Míchel… ¿le gustaría dirigir en México?
Claro que me gustaría, pero se tienen que dar las circunstancias. México es un país que me atrae. Tengo muy buenos recuerdos y muy buena experiencia, y me encantaría volver ahí como entrenador.
¿Cree que a Hugo Sánchez como a Cristiano, también lo hacía mejor el equipo que tenía a su lado?
No cabe duda. Hugo Sánchez, Lewandovski, Kane, son jugadores por sí solos, porque tienen esa facilidad para estar en el sitio adecuado, van a marcar siempre goles, pero claro, Hugo Sánchez cuando se fue al Rayo Vallecano marcó a lo mejor 14 goles que son muchísimos, pero en el Real Madrid marcó 38. Hay que valorar que ellos van a marcar goles estén donde estén, pero que dependiendo del equipo en el que jueguen van a tener más oportunidades porque tienen mejores jugadores.
¿Cómo fue para usted compartir del futbol con Hugo Sánchez?
Cuando supimos que lo fichaba el Real Madrid, la verdad es que fue una satisfacción, porque es de esos jugadores muy listos con los que te entiendes enseguida, fue muy fácil la adaptación.
Como él ya había estado en el Atlético, la adaptación al Real Madrid fue inmediata, porque ya conocía el campeonato. Fueron cinco años en los que estuvimos juntos. Conseguimos cinco Ligas, Copas del Rey y muchos éxitos, y fue un gustazo jugar con él.
Con el equipo que teníamos nosotros con una mirada sabíamos el movimiento que iba a hacer el compañero, es un lujo el poder jugar así, porque te entiendes a la perfección.
Alguna anécdota que tengan ustedes dos juntos
Para mí una de las facetas fundamentales de Hugo Sánchez para que haya llegado a lo que fue, más allá del aspecto técnico y físico, que eran aspectos que el dominaba bastante bien, era su fuerza mental. Creo que es su virtud más grande, era una persona muy centrada en lo que le tocaba hacer en cada momento.
Hugo era muy particular en muchas cosas, quizás incluso adelantado en eso de cuidar su imagen, eso a nosotros nos chocó. Iba con un taco de fotos para firmar a los aficionados, el resto de jugadores no lo hacíamos, yo creo que en aquella época el club no hacía fotos de sus jugadores cuando llegaba un aficionado siempre tenía un recuerdo para darle. Cuidaba mucho todo eso de su imagen.
Tuvo un problema con alguna entrevista o una rueda de prensa que puso algo que no había dicho; a partir de ese momento, cuando iba con algún periodista, se llevaba una grabadora y lo que hablaba lo grababa.
Si tuviera que comparar a Hugo con alguien...
Es imposible. Ha sido para mí un jugador en cuanto al remate, único. Remataba desde cualquier posición. Yo tuve la oportunidad de ser el que le envió el pase en el gol del Logroñés.
Esa facilidad para definir en el área era increíble. Yo no recuerdo un jugador que los 38 goles los haga de un solo toque, no de un control y luego definir, sino como él lo hacía, tenía un repertorio increíble.
Me viene a la mente un gol especial, en Logroño, un pase mío desde la izquierda al segundo palo, él estaba en el segundo palo y metió el gol. Podía hacer goles de chilena, de cabeza, desde fuera del área, de falta, era muy completo.