La nueva camada de jugadores de Estados Unidos que está en Europa ha comenzado a sobresalir, ya se ha ganado un nombre y cada vez se posiciona más en clubes de alto calibre.
Para esta temporada, Weston Mckennie llega a la Juventus, como el claro ejemplo del salto de calidad que ha comenzado a dar el cuadro de las Barras y las Estrellas.
Junto al volante, hay un puñado de jugadores menores de 25 años que han hecho ruido la temporada pasada y prometen seguir haciéndolo. Tayler Adams, con el Leipizg; Sergiño Dest, con el Ajax; Timothy Weah, en el Lillie; Giovanni Reyna, en el Borussia Dortmund, y la gran figura de la generación, Christian Pulisic, en el Chelsea.
A diferencia de las generación mexicana en el Viejo Continente, con menos de 25 años, sólo Edson Álvarez se ha podido posicionar en el Ajax. Ya que Lainez, en el Betis, ha sufrido y busca aún un cupo en la rotación. Para este verano llegaron al Viejo Continente Arteaga, Pizzuto, Alejandro Gómez y el regreso de Paolo Medina, lo que engrosa la legión y de a poco tener minutos.
Incluso, si se compara la diferencia de los equipos en los que están, los de Estados Unidos parecen tener la ventaja. Los mexicanos han llegado a Grecia, Bélgica, Portugal y Francia, comparados con los jóvenes vecinos que actúan en Italia, Inglaterra y Alemania, en su gran mayoría.
De cara a los procesos mundialistas para 2022, en Qatar, y 2026, en México, Estados Unidos y Canadá, la camada del vecino país del norte luce, al día de hoy, más nutrida en talento y en momento de juego.
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