Héctor Herrera: Tuvo minutos en el empate sin goles entre el Atlético de Madrid y el Athletic
El Atlético de Madrid empató a cero en contra del Athletic sin la constancia ni la velocidad en el juego que pretende en un partido en el que el mexicano Héctor Herrera entró de camibio.
No fue una cuestión de regularidad el primer tiempo, sino de cantidad, de velocidad, de creatividad. Del Atlético, que sólo encontró algo con Trippier y Llorente, y del Athletic Club, que también presenta una buena estructura, redujo al equipo madrileño a poca cosa en ataque en el primer tiempo, aparenta cuando tiene la pelota y se queda en nada en los metros finales.
Nadie se atrevió a apretar en exceso. Ni el Atlético ni el Athletic, que revoloteó por el área de Jan Oblak a la espera de su oportunidad, pero sin la convicción que exige una defensa como la rival. Giménez frustró la mejor opción bilbaína, igual que después Kondogbia, aparte de un mal remate de Williams.
No es un goleador. Al menos en toda la expresión de esa palabra. Quedó de manifiesto cuando al principio de la segunda parte se quedó solo ante Oblak, por el pase de Raúl García y por la salida desesperada de Giménez. En el momento definitivo, ante el portero, se acomodó el balón a su derecha con todo el tiempo del mundo y falló. Ni siquiera exigió la parada del guardameta esloveno.
Antes había rematado Correa, fuera, el único buen centro de Lodi, pero nadie había tenido una ocasión más ventajosa que la de Iñaki Williams, que también invitó a Simeone a los primeros cambios, a los primeros recursos, entre ellos el reemplazo del lesionado Kondogbia por Herrera. También entró Luis Suárez, por Griezmann.
Y luego Joao Félix para completar la remodelación del Atlético para la media hora final, igual que Marcelino cambió su ataque, en la calma tensa en la que se movía el encuentro, pendiente de algún detalle, de algún regate, de algún tiro que rompiera con la monotonía, como el que lanzó Marcos Llorente al poste, previo roce de Unai Simón.
Pero todo cambió de repente. En una falta sobre Joao Félix, que braceó para soltarse del agarrón de Unai Vencedor, el árbitro Gil Manzano enseñó la tarjeta amarilla al atacante portugués, que respondió con un gesto que provocó la siguiente amonestación y por ende la expulsión al minuto 77.
Ni para uno lado ni para otro, ya ensuciado el duelo, con más revolcones, simulaciones y faltas que futbol, con el árbitro en el centro de todo, con el empate inmóvil del marcador, aún con una inmejorable ocasión de Villalibre que malgastó fuera y con el pitido final cuando Carrasco se quedaba ante Unai Simón.