En un ambiente inmejorable para jugar al futbol, el Real Madrid se estrenó con victoria (2-1) en el Santiago Bernabéu. Desde hace un par de días, el cartel de entradas agotadas se colgó en las ventanillas del estadio. El horario, (16:15 hora española) y el sol del verano madrileño fueron los invitados principales para disfrutar de un partido bonito entre dos equipos muy ofensivos.
Antes de empezar el partido, el Real Madrid ofreció a su afición dos de los títulos ganados la pasada temporada: la Champions League y la Supercopa de Europa. Y, dieciséis temporadas después en el futbol europeo, ahí estaba Andrés Guardado siendo titular y portando el brazalete de capitán con el Betis.
Bastaron tan sólo 8 minutos para que el Bernabéu estallara tras el gol de Vinícius, que aprovechó un pase de Alaba para realizar una perfecta vaselina. El partido se le complicaba el Betis. Fekir, su jugador franquicia, se marchó lesionado. Pero el conjunto de Pellegrini no bajó los brazos y al minuto 16’ a pase de Borja Iglesias, Canales remató con un derechazo que superó a Courtois.
En el segundo tiempo, Fede Valverde sustituyó a Camavinga y vino el segundo tanto del Madrid. En su primera acción, el uruguayo le puso un pase a Rodrygo que terminó dentro de la portería de Rui Silva y que le daba la ventaja a los blancos. Guardado, que hizo un gran partido, salió de cambio al minuto 70’ y la grada del Bernabéu ovacionó la entrada de Joaquín. El encuentro terminó con posesiones largas del Real Madrid que, a pesar de la insistencia, no pudo convertir el tercer tanto.
Y así volvió el futbol al Bernabéu. En medio de una obra sin precedentes, con grúas de fondo, recibió a 58 mil espectadores, testigos de la maravilla que se construye en Madrid, un digno santuario para el campeón.
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