Javier Aguirre, entrenador del Leganés, se refirió en rueda de prensa a su absolución del delito de corrupción deportiva por un supuesto amaño en el partido de la temporada 2010-2011 que enfrentó al Levante contra el Zaragoza.
"Terminó. Y qué bueno. Sobre todo por mi mujer y mis hijos porque ellos al no estar aquí oyen cosas en la calle, leen en redes sociales. Y de repente hay valoraciones que no son muy rigurosas, no hay mucha investigación", opinó.
"Las sueltan de repente y eso a lo mejor a mis hijos les pudo haber golpeado sin que me lo transmitieran nunca. Y mi mujer tampoco. Pero estoy tranquilo, sigo haciendo mi trabajo como medianamente puedo y entiendo, y esto es una experiencia para mi como entrenador que me fortalece", añadió.
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Aguirre no se arrepiente de haber ganado ese partido, que terminó con la salvación del Zaragoza, pese a todo lo que ha venido después: "Uno siempre intenta hacer lo mejor que puede. Yo tomé al Zaragoza en el último lugar y mi obligación, como ahora mismo, era salvarle".
"Te pagan por ganar partidos. Ganamos el partido y me fui a casa tan tranquilo. Después se armó un lío que me sobrepasó, pero hasta ahí. Siempre he tenido tranquilidad, mirando a los ojos, respondiendo cuando se me cuestionaba. Y nada más", agregó.
Asimismo explicó que lanzando un comunicado tras conocerse la noticia pretendía darle 'tranquilidad y normalidad al asunto' y agradeció la confianza que ha mostrado su actual entidad en su figura.
"Agradezco profundamente a la directiva, a la familia, que me tomó bien. Me vieron con tanta confianza y tanta tranquilidad que confiaron plenamente en que la cosa iba a caminar bien. Así sucedió. Fueron transparentes todos, yo con ellos y ellos conmigo", señaló.