Suecia sumó su primera victoria en su grupo, por 2-1 contra Croacia, en un partido que dominó frente a un rival poco inspirado y con el que se jugará evitar el descenso en la última jornada.
Arrancó mejor Suecia, gracias a las buenas combinaciones entre líneas de Forsberg, Berg y Kulusevski, una de las principales novedades en el once de una Suecia en horas bajas tras perder sus cuatro primeros partidos en el grupo.
La joven promesa del Juventus y Forsberg tuvieron las primeras ocasiones de un equipo local obligado a ganar para no verse ya descendido y sin opciones en el último encuentro contra Francia.
Croacia, con varias bajas de peso en la zaga, reaccionó con un tiro esquinado de Brekalo y otro más peligroso de Pericic, que Olsen desvió con apuros.
Pero no duró mucho el empuje croata. Suecia recuperó el mando y se adelantó en una buena acción de Kulusevski, que primero aguantó la carga dentro del área de Kovacic y luego definió con un disparo suave con la pierna izquierda al palo de Livakovic.
Se esperaba una reacción croata tras el descanso, pero no pasó de una mayor presencia en campo contrario y más posesión. El cambio de Pasalic por un aislado Budimir no alteró nada.
Suecia se encontraba muy cómoda, bien cerrada, y tuvo varias ocasiones para decidir el partido y firmar una goleada, la más clara de Ekdal, solo dentro del área, pero cuyo remate se fue alto.
Dalic lo intentó a la desesperada con tres cambios de golpe, pero solo la mala fortuna de Danielson metió a Croacia en el partido con un gol en propia puerta, que clava el resultado de Zagreb y deja todo por decidir para la última jornada.
El central sueco pudo hacer el tercero con otro cabezazo en una jugada a balón parado, pero Livakovic sacó una buena mano que deja todo pendiente.