Son Heung-Min derribó al Aston Villa (2-3) con un tanto en el minuto 94 que condenó a Bjorn Engels, defensa villano, que cometió un penalti y un error garrafal que facilitó la victoria del Tottenham Hotspur.
Toby Alderweireld fue el primer protagonista del juego tras marcar autogol al 9' y luego enmendar su fallo 20 minutos después, con un potente disparo a la media vuelta que hizo temblar los cimientos de Villa Park.
Tottenham se adelantó antes del descanso gracias a un acción revisada por el VAR. La tecnología decretó penalti en un derribo de Engelgs sobre Bergwijn y Son se encargó de ejecutarlo. El surcoreano lo hizo casi a cámara lenta y Pepe Reina le adivinó el lanzamiento. Sin embargo, Son estuvo más rápido a la hora de ir por el rechace y puso el 1-2 en el marcador.
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En la segunda parte, el balón parado le costó el empate al Tottenham. Un tiro de esquina al corazón del área lo remató a las redes Engels.
Pero el belga falló otra vez a un minuto del final. Cuando todo parecía decidido, el defensa falló al intentar controlar un pase en largo y Son se plantó solo delante de Reina. Le batió por bajo y dio el triunfo al equipo de Mourinho.
Esta victoria provoca que el Tottenham se meta en la pelea por la Champions y se ponga quinto, a un punto del Chelsea, que es cuarto y juega este lunes contra Manchester United. El Aston Villa se hunde un poco más y está a un punto del descenso.