Agotado, con un once de circunstancias, mermado por las bajas y ante un rival en estado de alarma, el Real Madrid no pudo con el Getafe y empató sin goles en el Coliseum Alfonso Pérez bajo el paragüas del "efecto Militao", que, junto a Courtois, completó un partido sobresaliente pero insuficiente para no dar un paso atrás en la pelea por LaLiga.
Sin Nacho al lado, Militao cambió de compañía y se juntó con un debutante en LaLiga como Víctor Chest para alargar su semana mágica tras triunfar en el clásico ante el Barceleona y frente al Liverpool. Además, contó con la solvencia de Courtois, que salvó al Real Madrid de una derrota casi segura en un partido de supervivencia.
Y es que, después de aguantar al Liverpool, el Real Madrid se quedó exhausto. No sólo con necesidad de aire, también muy mermado en el número de efectivos. Hasta seis de los jugadores que estuvieron en Anfield no pudieron salir al césped del Coliseum Alfonso Pérez.
Entre ellos, dos sorpresas: Kroos y Benzema. Ambos, disponibles entre gran cantidad de bajas, se quedaron en el banquillo. Zidane quería oxigenar a un par de piezas clave y prefirió verles de inicio sentados junto a cuatro canteranos que acudieron al rescate por necesidad pese a que jugaron 90 minutos el día anterior con el filial.
Con un once bastante aguerrido, el Getafe salió desde el primer minuto bastante intenso y con las líneas adelantadas para presionar muy arriba la salida del balón del Real Madrid. En general, durante la primera parte, consiguió su objetivo aunque no al completo: se marchó sin premio a los vestuarios. Su carencia de gol es preocupante.
Y no fue por falta de ocasiones. Sumó unas cuantas y alguna muy clara. Desde un cabezazo al palo de Jaime Mata, hasta un remate clarísimo de Arambarri que lamió el palo derecho de la portería del Real Madrid. Entre medias, aparecieron dos salvadores: Courtois, que sacó un intento a bocajarro de Olivera, y Víctor Chust, que se cruzó en el último momento ante otro intento de Jaime Mata.
En los 45 minutos iniciales, sólo apareció Mariano para inquietar al Getafe. Primero, con un gol anulado por un fuera de juego milimétrico que revisó el VAR. Y, segundo, con un cabezazo a centro de Marcelo que salvó sobre la línea Timor. Eso fue todo. No hubo mucho más y el Real Madrid se marchó con vida al descanso.
Sólo un error de Marcelo permitió otra ocasión para los hombres de Bordalás. Y de nuevo, apareció Courtois, que sacó una buena mano a Enes Ünal. El Real Madrid ya no concedía tantas ocasiones, pero no generaba nada. Por eso, Zidane se encomendó a Benzema y sacó al francés para el último tramo.
No hubo mucho más. El Getafe se agotó. Pecó de falta de gol. Se fue de vacío y seguirá coqueteando con el descenso. Y el Real Madrid dio un paso atrás en LaLiga. No pudo sortear sus múltiples problemas. Sin gasolina en el tanque, se encomendó a Militao y a Courtois para sobrevivir. Y eso es una mala señal.