Mal amado en la última Eurocopa por el penalti fallado ante Suiza, Kylian Mbappé selló definitivamente su reconciliación ante la hinchada francesa al anotar este sábado su primer cuádruple internacional en la histórica goleada ante Kazajistán (8-0), una de las más abultadas de la historia de Les Bleus que sitúa a la campeona mundial matemáticamente en Qatar.
Karim Benzema, a pases de Theo Hernández (autor de dos asistencias) y del propio Mbappé, agrandó el banquete francés con otras dos dianas en el segundo acto.
El delantero del Real Madrid, considerado uno de los favoritos al Balón de Oro, ya suma 35 dianas con la camiseta gala, los ocho últimos logrados desde que regresó a la selección en junio pasado. Adrien Rabiot y Antoine Griezmann (penalti) cerraron la cuenta.
Con el abultado resultado de esta noche, "Les Bleus", que no fallan una Copa del mundo desde 1994, se distanciaron así a 4 puntos de la segunda Finlandia, cuando falta una jornada de concluir la fase clasificatoria.
Los de Didier Deschamps despacharon a la selección asiática en la primera hora del partido, en el que Mbappé anotó tres tantos, dos al primer toque (minutos 6 y 12), a lo goleador, y otro de cabeza (min.32), una especialidad que no domina especialmente.
El delantero del PSG, de 22 años, cuenta ya con 22 goles con Francia en 52 partidos internacionales.
Aclamado por su estadio del Parque de los Príncipes, el jugador hizo definitivamente las paces con la exhibición de este sábado. Había dado un paso importante en octubre, en la Liga de las Naciones, torneo en el que marcó ante Bélgica y en la final vencida contra España.
Los campeones del mundo de 1998 y 2018 disfrutaron esta fría noche del partido más plácido de la fase de clasificación, a pesar no contar con el lesionado Paul Pogba y de disputarse en el estadio del Parque de los Príncipes.
En este coliseo, la Francia de Eric Cantona, David Ginola y el entonces jugador Didier Deschamps sufrió seguramente la derrota más traumática de su historia, al ser apeado del Mundial de Estados Unidos de 1994 por una derrota ante Bulgaria en noviembre de 1993 (1-2), dictada por un gol de Emil Kostadinov en el último minuto.
Casi 30 años después la historia estuvo muy lejos de repetirse. Francia pisó el acelerador desde el minuto 1. Abrió el marcador Mbappé con un toque de clase a pase de Theo Hernández, quien compartió once inicial con su hermano Lucas, gracias a una obertura de Karim Benzema.
El atacante parisino, servido por Coman, hizo el segundo en una salida a destiempo del meta kazajo Pokalitov. En una segunda asistencia del jugador del Bayern Múnich, Mbappé colocó su tercera ficha en el encuentro. En el origen de ambas jugadas estuvo el jugador del Sevilla Koundé.
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