La CONMEBOL ordenó el martes que el club uruguayo Peñarol reciba a Botafogo de Brasil en el estadio Centenario en lugar de su propio feudo para garantizar la seguridad en el partido de vuelta del cruce de semifinales de la Copa Libertadores.
El cambio de sede fue anunciado un día antes del encuentro que se había previsto escenificar en el estadio Campeón del Siglo, la cancha de Peñarol. El ente rector del fútbol sudamericano no aceptó que el partido de vuelta se disputara sin aficionados del conjunto visitante.
Botafogo tiene un pie en la final tras la victoria 5-0 en la ida en Río de Janeiro la semana pasada.