Más de una docena de federaciones europeas contemplan el recurso más drástico en la lucha por impedir que el Mundial se celebre cada dos años: Renunciar a la FIFA, de acuerdo con dos personas informadas de las conversaciones.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino expuso el martes los planes para aumentar la frecuencia de la Copa del Mundo durante una llamada privada con varios líderes de las 55 federaciones europeas que se resisten a la transformación del calendario del fútbol global.
Detrás de los telones, la UEFA ha escuchado las advertencias de más de una docena de federaciones que sopesan informar a la FIFA sobre sus intenciones de dejar el organismo que rige el futbol mundial, dijeron a The Associated Press algunas personas enteradas de la situación.
Esas fuentes hablaron a condición de permanecer anónimas para hablar del contenido de conversaciones confidenciales.
Una amenaza de dejar la FIFA confirmaría las opciones a las que hicieron referencia las federaciones nórdicas la semana pasada, cuando esas seis naciones criticaron el plan.
“Si una mayoría en la FIFA decide adoptar la propuesta de la Copa del Mundo bienal, las federaciones nórdicas tendrían que considerar los actos y escenarios que resulten más cercanos a nuestros valores fundamentales, en comparación con lo que defiende la propuesta actual de la FIFA”, indica el comunicado conjunto de Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia, Islandia y las Islas Faroe.
Infantino trabaja actualmente con Arsene Wenger, extécnico del Arsenal, para reunir apoyo hacia el Mundial bienal. El líder de la FIFA afirma que los planes ayudarían a que más naciones se clasificaran para jugar en el máximo escenario del futbol.
Cualquier país europeo que renunciara a la FIFA tendría el respaldo del presidente de la UEFA, Aleksander Ceferin, quien ha planteado ya la posibilidad de que la UEFA boicotee el Mundial si Infantino sigue adelante con su esfuerzo reestructurador del calendario de selecciones.
En vez de que haya las denominadas Fechas FIFA en septiembre, octubre, noviembre y marzo para encuentros de selecciones, Wenger está a favor de un mes completo de actividad. Sería en octubre o noviembre, e incluiría las eliminatorias mundialistas.
Ello restringiría el flujo de dinero a partir de los partidos locales a sólo un periodo en el año. Simultáneamente, generaría incertidumbre sobre si los aficionados querrían ver partidos en un intervalo tan corto, y rompería las esperanzas de clasificación de los equipos que pierdan a jugadores clave por lesiones en esos meses.
El artículo 18 de los estatutos de la FIFA define la manera en que una federación miembro puede renunciar al organismo. Debe notificar sus intenciones seis meses antes de que concluya el año natural.
Pero el hecho de que las naciones salgan de la FIFA marcaría una escalada sin precedentes de la disputa en el futbol mundial. Y sería difícil que una salida de este tipo entrara realmente en efecto sin el respaldo de una confederación como la UEFA.
Aunque la UEFA es sólo una de las seis confederaciones que conforman la FIFA, genera incluso más dinero que esta última. La FIFA produce unos 6 mil millones de dólares en un ciclo de cuatro años, en comparación con los 14 mil millones de dólares de la UEFA, derivados principalmente de la lucrativa Liga de Campeones.
La UEFA teme que una Copa del Mundo bienal pueda dañar la calidad del fútbol de clubes en Europa, que acapara los titulares de este deporte durante unas 40 semanas al año.
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