Para el espectador neutral y, sobre todo, del Manchester United, la noche en Stamford Bridge fue muy divertida. Para el fan del Chelsea fue una pesadilla, por los dos goles anulados por el VAR a su equipo, por las dos 'cuchilladas' del United (0-2) y por la crisis que se avecina en el club de Londres.
Frank Lampard vive sus peores momentos. El entrenador del Chelsea está intentando cambiar las cosas y todo le está saliendo mal. Quitar a Kepa Arrizabalaga de la portería no está subsanando sus problemas y la derrota ante lod Red Devils agudiza la crisis de los Blues.
En esa montaña de partidos que supone medirse de forma consecutiva a Manchester United, Tottenham, Bayern Múnich y Liverpool, Lampard ha comenzado de la peor manera posible.
Anthony Martial y Harry Maguire dieron vida a la versión más pragmática del United y pusieron en evidencia la fragilidad defensiva y las grietas de un plan que tiene como víctima principal a uno que ni jugó.
La gran historia del partido se contaba sola. Lampard mandaba un mensaje claro. No le gusta Kepa. No es que lo dejara fuera contra el Leicester City para darle un toque de atención. Es que lo volvió a dejar fuera contra el Manchester United y en casa.
Desde el banco, Kepa tuvo que observar cómo Caballero pasó prácticamente inadvertido en la primera parte. El arquero argentino no hizo ninguna parada y en el gol, poco pudo responder. Gran centro de Aaron Wan-Bissaka, Martial cortó con rapidez y astucia al primer palo y cruzó la pelota al segundo para abrir el marcador justo antes del descanso.
En el segundo tiempo, César Azpilicueta empujó a Brandon Williams en un córner, la pelota llegó a Zouma y el francés empató el partido. O lo hubiera empatado si no existiera el VAR. La tecnología cazó al español y el tanto no subió al marcador.
Bruno Fernandes, apenas participativo por la falta de un 'nueve' arriba con el que conectar, puso un córner medido y Harry Maguire apareció desde atrás para sentenciar al Chelsea al 66'.
El VAR terminó por hundir al Chelsea. Los 'Blues' recortaron distancias con un cabezazo del olvidado Giroud, pero su pie izquierdo estaba adelantado cuando centró Mason Mount. Algunos aficionados se echaron las manos a la cara de incredulidad, otros decidieron abandonar directamente el estadio.
El Chelsea avista una crisis. Lleva cuatro partidos sin ganar, tiene una crisis en la portería, indecisión en la defensa, la lesión de N'Golo Kanté, que se fue a los 12 minutos, y todo el peso del equipo sobre chicos muy jóvenes.
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