Si bien la Final del actual formato del Mundial de Clubes la definirán por primera vez el Liverpool y Flamengo, ya hubo un antecedente de este duelo, justo en la Copa Inercontinental de 1981, cuando los brasileños, Campeones de la Copa Libertadores, y los ingleses, monarcas de la Copa de Europa, lucharon por conocer, en partido único, al mejor club del planeta.
Las acciones se desarrollaron en Tokio y el Mengao, encabezado por Zico, aplastó fácilmente a los Reds de Kenny Dalglish y compañía por 3-0.
El duelo tuvo relevancia para México, puesto que el árbitro central fue el tricolor Mario Rubio Vázquez, quien compartió para RÉCORD algunos de sus recuerdos de aquella tarde del 13 de diciembre.
“Realmente en ese partido entre Liverpool y Flamengo sólo hubo un equipo, los brasileños fueron muy superiores, pero ahora en esta Final de 2019 las cosas están bastante niveladas. Ese juego fue muy emocionante y trascendental en mi carrera, fue un parteaguas, porque de ahí logré mi designación para el Mundial de España 1982.
“Fue un día muy emotivo y hacía un frío tremendo. Yo iba entusiasmado y me preparé muy bien para el encuentro. A Concacaf le tocaba mandar al central, pues era un equipo de Sudamérica y otro de Europa.
“Antes de partir a Tokio fui a la embajada de Japón en México para que me ayudaran a traducir unas instrucciones a japonés. Mis jueces de línea eran japoneses y, al planificar el partido, les di las instrucciones en japonés”, comentó el también coronel del ejército mexicano y quien expulsó a Diego Maradona en la Copa del Mundo de 1982 durante el duelo entre Argentina y Brasil.
Rubio pitó 30 partidos internacionales clase A y dirigió aproximadamente mil 500 encuentros en la Primera División de México.
"El haber podido dirigir la Copa Intercontinental fue un sueño cumplido, todo árbitro en aquel entonces la quería pitar para trascender", añadió.
