El partido que disputan el Saint-Étienne y el Mónaco ha sido interrumpido por el lanzamiento de fuegos artificiales desde uno de los fondos del estadio Geoffroy-Guichard.
Con 1-3 en el marcador a favor del Mónaco, y en el minuto 67, el árbitro del encuentro, Bastien Dechepy, ordenó a los jugadores y al cuerpo técnico de ambos equipos dirigirse a los vestuarios después de que los aficionados del Saint-Étienne lanzaran una gran cantidad de fuegos artificiales que impactaron sobre el techo de su estadio.
Como marca el protocolo de la Ligue 1, se creó una unidad de crisis para evaluar la situación para después decidir si el partido debe suspenderse o reanudarse.
Con anterioridad, los aficionados del Saint-Étienne lanzaron bengalas y en dos ocasiones obligaron a parar momentáneamente el partido, que pudo reanudarse. Sin embargo, los fuegos artificiales obligaron al árbitro del duelo a interrumpirlo.