Fanáticos de América de Cali molestos con la derrota 2-0 ante el visitante Atlético Nacional de Medellín invadieron el domingo la cancha del estadio Pascual Guerrero de Cali y la policía intervino para evitar que agredieran al técnico Juan Carlos Osorio y a los futbolistas.
El árbitro Andrés Rojas dio por terminado el encuentro cuando restaban tres minutos y Osorio y los jugadores salieron custodiados por agentes de la policía.
La antesala del juego por la 15ta fecha del torneo Clausura de la liga colombiana de fútbol fue afectada por incidentes provocados por barrabravas en los alrededores del estadio, anunció la policía.
La caída dejo al conjunto rojo en la 13ra casilla entre 20 clubes con 19 puntos, 17 menos que el líder Nacional y al borde de la eliminación de la fase semifinal cuando restan cinco fechas de la programación regular.
"Ahora lo único que resta es descansar en silencio, reflexionar sobre la situación y seguramente que mañana (lunes) o por tardar el martes el club va a expedir un comunicado explicando la situación y la decisión que tomamos todos, siempre pensando en tomar la mejor decisión para el club. No hemos tomado ninguna decisión”, dijo Osorio en rueda de prensa.
"Creo que de aquí en adelante todas las preguntas van a buscar un culpable, yo ya lo he manifestado en anteriores ruedas de prensa, me hago responsable de los malos resultados. Culpable no, porque aquí no le hemos faltado al respeto a nadie, aquí no hemos asesinado ni robado un peso a nadie. ¿Por qué no? Seguro que hay un sinnúmero de factores, pero yo ni me voy a refugiar en los jugadores ni en nadie, asumo toda la responsabilidad", subrayó.
Osorio, de 60 años, ganó popularidad cuando clasificó a la Selección Mexicana al Mundial de Rusia y la llevó a Octavos de Final. Guío al Nacional entre 2019 y 2020, salió a raíz de los malos resultados. Tomó el mando de América en junio de este año. La pobre campaña generó el descontento de los hinchas, que piden su salida.