Gerardo Cortez, el mexicano que pasó de la Segunda División al ‘peor club del mundo’ en Mongolia
El mexicano Gerardo Cortéz se crio en Canadá, pero su carrera como futbolista la realizó con un equipo en Yucatán y con el club Calor de Monclova, de la Serie B de la Segunda División en México.
Aunque para poder debutar en Primera División, Cortéz, de 19 años, tuvo que viajar más de 12 mil kilómetros para aterrizar en el futbol profesional de Mongolia, específicamente con el Tuv Azarganuud, conjunto del máximo circuito del país asiático.
“Llegué a través de mi agente, Hugo Zambrano. Él jugó dos temporadas en Mongolia con mucho éxito y siempre me dio la recomendación de elegir Mongolia sobre otros países porque me explicó que si logras destacar tienes la posibilidad de ir a ligas más competitivas en países como Japón, Corea o China”, declaró en entrevista exclusiva con RÉCORD.
Cortéz, mediocampista de contención, participó en la más reciente temporada del futbol profesional de aquel país, la cual cuenta únicamente con 10 equipos, mismos que juegan sus partidos en el mismo estadio, el MFF Football Center en Ulaanbaatar y por la época del año, las condiciones climáticas comienzan a ser un factor en contra, además del idioma.
“La liga empezó en agosto, duró tres meses, se toman ahorita un descanso de dos meses y creo que regresan a finales de diciembre. Tengo la posibilidad de regresar, pero reconozco que el tema que se pone muy frío, entonces va a estar complicado, cuando me estaba yendo hace dos semanas, la temperatura era de menos 16, sí, estuvo muy, muy frío y me cuentan que bajaba hasta menos 30.
Hablan mongol, pero muchos de mis compañeros hablan inglés, por eso se me hizo fácil la comunicación con ellos y además me ayudaban a traducir y comunicarme con el entrenador y el resto del equipo, los que no hablan inglés”, sentenció.
Desafortunadamente, para la causa del jugador mexicano y del propio club, el Tuv Azarganuud en nueve partidos sumó 111 goles en contra y apenas dos a favor, números que lo han vuelto viral en redes sociales y lo han colocado como 'el peor club del mundo', etiqueta impuesta por los propios usuarios.