Francia cerró este martes la pequeña crisis provocada por la inesperada derrota ante Colombia al vencer sin brillo a la anfitriona del Mundial, Rusia por 1-3, en un partido en el que se reivindicó Paul Pogbá con un gran gol de falta y una asistencia a Kylian Mbappé, que anotó dos tantos.
La subcampeona de Europa salió con un equipo teóricamente más ofensivo que el pasado viernes, pero los galos también dejaban huecos en defensa. De hecho, la primera ocasión del partido correspondió a los rusos, que al cuarto de hora pusieron a prueba a Lloris, que acertó a despejar un remate envenenado de Smólov a pase de Alan Dzagóev tras una buena internada del veterano Yuri Zhirkov.
Todo el mundo le esperaba y el futbolista del PSG, Kylian Mbappé, despertó a tiempo y tras un buen pase de Pogbá abrió el marcador, tras escaparse en velocidad de su marcador, recortar con una
Para la segunda parte Pogbá decidió poner fin a cualquier debate sobre su titularidad en el Mundial de Rusia al marcar un golazo de falta desde unos 25 metros. Entonces, Deschamps decidió dar entrada en Griezmann, en racha en el Atlético, pero que estuvo desaparecido en combate.
Cuando parecía que los franceses tenían el partido controlado, un rápido contraataque local acabó con un magnífico centro al segundo palo de Smólnikov que fue aprovechado por Smólov para recortar distancias al 68'.
Y Mbappé reapareció para demostrar que está llamado a ser una de las grandes estrellas del Mundial al encarar a Neustadter, hacerle un jugada brillante y marcar el tercer gol del encuentro al minuto 83.