El futbolista Emiliano Sala, que murió al estrellarse su avioneta en el Canal de la Mancha en enero pasado, estuvo expuesto a altos niveles de monóxido de carbono antes de fallecer, según un informe divulgado este miércoles por la División de Investigación de Accidentes Aéreos británica (AAIB, en inglés).
Las pruebas toxicológicas indican que el delantero del Cardiff estuvo expuesto a una cantidad tan elevada del gas que éste le podría haber provocado un ataque al corazón o haberle dejado inconsciente antes del impacto contra el agua.
El piloto de la avioneta, David Ibbotson, pudo haber sufrido la misma exposición, según los investigadores, si bien su cuerpo no se ha llegado a recuperar, por lo que no se le han podido efectuar exámenes.
Las autoridades de la isla, dependencia de la Corona británica, suspendieron la búsqueda del futbolista tres días después del accidente, al considerar que había pocas posibilidades de encontrarle vivo.
Su cuerpo fue recuperado del interior de la avioneta hundida, modelo Piper Malibu, por un equipo de rescate privado y repatriado a Argentina.