Dietmar Hopp, dueño del Hoffenheim, está en busca de la cura para el coronavirus, junto a la empresa donde es principal accionista: CureVac.
El empresario de 79 años es uno de los personajes más odiados en Alemania, ya que es uno de los principales detractores de la regla 50+1 de la Bundesliga, aquella que indica que, ante el ingreso de grandes inversionistas en los clubes, los socios de éstos últimos tienen el derecho a retener la mitad mas una de las acciones con derecho a voto, para así controlar las decisiones y el futuro de los mismos.
Hopp ahora se encuentra en boca de todos por un motivo totalmente diferente, debido a que CureVac, está en pleno trabajo para desarrollar una vacuna contra el coronavirus (y que también ha recibido financiamiento de parte de la Bill & Melinda Gates Foundation).
Incluso Donald Trump, Presidente de Estados Unidos, mostró su interés, pues desea llevar la compañía a su país y controlar el destino de la cura. Aunque Dietmar no aceptó, según aseguró el New York Times.
Florian von der Muelbe, el jefe de producción y confundador de la compañía, esperan tener una vacuna experimental para junio o julio y después buscar la autorización para empezar las pruebas en humanos.