El Paris FC-Lyon, correspondiente a la primera ronda de la Copa de Francia, fue suspendido este viernes tras la invasión de campo de hinchas visitantes cuando el árbitro del encuentro, Jérémy Stinat, se disponía a pitar el inicio de la segunda parte, con 1-1 en el marcador.
Durante el acto inicial, los aficionados más violentos del Olympique Lyon arrojaron bengalas contra los hinchas del París FC y hacia los encargados de seguridad. Sin embargo, pese a la tensión generada por esas acciones, se pudo disputar la primera parte en el Stade Charlety de París, en la que marcaron Gaetan Laura para el cuadro local y Moussa Dembélé para el visitante.
Durante el descanso, continuó el lanzamiento de bengalas de los ultras del Lyon hacia los aficionados del París FC e incluso llegaron a explotar dos bombas lacrimógenas. Entonces, la policía intentó calmar los ánimos en la zona donde se desarrollaban los incidentes y no pudieron impedir la citada invasión de campo que provocó la suspensión del encuentro.
El futbol francés, desde el final del confinamiento provocado por el coronavirus, ha vivido diferentes episodios violentos provocados por sus aficionados. Hay muchos ejemplos: esta temporada, Valentin Rongier, jugador del Olympique de Marsella, recibió un botellazo en el estadio del Montpellier; después, su compañero Dimitry Payet, recibió otro botellazo en el campo del Niza que provocó la suspensión del choque.
La plaga de violencia también ha llegado a la Ligue 2, competición en la que durante el choque que disputaron el Le Havre y el Toulouse, un hincha local se enzarzó con uno de sus jugadores. Hasta finales de noviembre, hasta diez partidos se han suspendido por algún altercado protagonizado por aficionados.