Un solo gol le bastó al Inter de Milán para llevarse el partido ante un Barcelona que al final pudo apretar el marcador en la Champions League. El duelo quedó marcado por la polémica.
La primera mitad tuvo pocas oportunidades para ambos cuadros, pero las posiciones eran claras: el Barcelona, mantener el balón e imponer el control del duelo; el Inter, acechar al contraataque y liquidar. La fórmula funcionó para los italianos.
Un despliegue al ataque puso a Calhanoglu con balón controlado cerca del arco defendido por Ter Stegen; el tiro iba tan colocado que dejó sin oportunidad al 45+2’.
La respuesta catalana llegó al 67’. En una jugada colectiva, Pedri la mandó a guardar en la portería de Onana; lastimosamente para los comandados por Xavi, Ansu Fati cometió mano y el canto de gol se cristalizó.
La polémica que dará la vuelta al mundo se dio cuando el partido agonizaba: nuevamente, el VAR revisó una posible mano de Dumfries en el área chica. Aunque el balón parece sí cambiar su trayectoria, el colegiado no marcó la pena máxima. Lo ganó el Inter.