Sergio Busquets, capitán de la selección española, reflexionó sobre lo que ha tenido que pasar tras contagiarse del coronavirus y tener que abandonar la concentración de la Ciudad del Futbol en una ambulancia, en la que completó el viaje de vuelta a casa, en un largo trayecto con "muchas preguntas sin respuestas" y "un momento malo" que ha dejado atrás.
"Me llamó el doctor y me lo dijo. En ese momento es un cúmulo de sensaciones, no te lo crees, de inquietud por lo que pueda pasar, de si puede ser un falso positivo, de muchas cosas pero en el momento que me subo a una ambulancia y vuelvo a casa le doy vueltas a todo", recordó Busquets de un 6 de junio que jamás podrá olvidar.
"Estoy que no me lo creo, intento ser positivo pero en esos momentos es casi imposible. Piensas si vas a estar bien para volver, si vas a llegar a tiempo a la Eurocopa, muchas preguntas sin respuestas que se te pasan por la cabeza en un momento malo", añadió.
Busquets recibió todo el cariño de sus compañeros, entrenadores y Federación en su regreso, tras superar el coronavirus. "Estoy muy contento, de subidón con la noticia de poder volver con la selección y poder ser uno más como los primeros días".
Y agradeció todo el apoyo que ha tenido en los duros momentos que ha encarado. "Agradezco mucho al presidente, al entrenador y a todo el grupo que estamos en la burbuja, a todos los trabajadores, y sobre todo a los compañeros".
"Tenemos un chat e individualmente me han escrito mucho, me han hecho partícipe de que aunque estuviera lejos era importante y seguía con ellos. Me esperaban con los brazos abiertos lo más rápido posible", reconoció.
A ellos se dirigió a su llegada en la entrada de la residencia, en sus primeras palabras tras la calurosa acogida. "Os he echado muchísimo de menos, no sabéis cuanto. Muchas gracias por todos los mensajes preocupándoos por mi. Estoy muy orgulloso por todos del primer partido y lo que estáis haciendo aquí. Ese es el camino, queda muchísimo y seguro va a ir todo bien", dijo tras los abrazos de bienvenida.