Los malos resultados del West Ham en la presente temporada se vio reflejada en la afición, quien mostró su frustración en el partido contra el Burnley.
Al caer el primer gol en contra, los fanáticos mostraron pancartas con las cuales reclamaban a los directivos por el nivel de juego mostrado.
El enojo de los hinchas aumentó cuando al 70' Wood anotó un golazo, lo que provocó que los aficionados abandonaran sus lugares se encararan con la seguridad del estadio y trataron de ingresar al palco de los propietarios del West Ham.
El 73' el partido se detuvo nuevamente debido a que un aficionado ingresó a la cancha y colocó un banderín de córner en el centro del campo.
Los hechos no terminaron ahí porque al 82' cuando el Burnley marcó el 3-0 definitivo, la mayor parte de la afición abandonó el estadio sobretodo los que iban acompañados de niños.