Vaya mes de junio para Canadá. Empezó con una derrota 4-0 ante Países Bajos, pero luego se plantó con personalidad para sacar el empate 0-0 ante la subcampeona mundial Francia.
Esos fueron partidos amistosos. Ahora viene la gran prueba dentro de una competición oficial: inaugurar la Copa América ante Lionel Messi y Argentina, los reinantes campeones del mundo y defensores del título del torneo continental.
Tres selecciones ubicadas entre las 10 primeras del ranking, en un espacio de dos semanas, todo un bautismo de fuego para Jesse Marsch, su técnico estadounidense que lleva unas cuantas semanas al frente.
Fue la selección que desembarcó en el segundo Mundial de su historia, en Qatar hace año y medio, insinuándose como posible revelación, con Alphonso Davies como referente individual y bajo la dirección de John Herdman.
La experiencia fue un desastre y se regresaron temprano a casa tras sufrir tres derrotas en la fase de grupos. Al menos metieron un gol, obra de Davies, a diferencia de no marcar en su otro Mundial, el de México 1986.
El fiasco deparó un ciclo negativo que acabó con el despido del inglés Herdman, seguido por Mauro Biello como técnico interino.
Con la Copa América a la vuelta de la esquina, los estamentos del futbol canadiense — incluyendo sus tres clubes que juegan en la MLS — se pusieron de acuerdo para traer a Marsch, un estadounidense que relevó a Marcelo Bielsa como técnico de Leeds a inicios de 2022, salvándoles del descenso.
Con un clásico 4-4-2, Canadá tendrá en Davies como referente. El lateral izquierdo del Bayern Munich es una tromba por esa banda. También cuenta con un nutrido grupo de piezas que destacan en otros clubes europeos: el atacante Jonathan David (Lille), el volante ofensivo Tajon Buchanan (Inter de Milán) y el medio de contención Stephen Eustaquio (Porto).
Marsch, quien también ha dirigido a RB Leipzig en Alemania y a RB Salzburgo en Austria, predica que sus equipos tomen la iniciativa, de "caer peleando".
Se trata de la primera Copa América en la historia de Canadá. Iban a disputar la edición de 2001 en Colombia tras haber conquistado la Copa Oro de la CONCACAF el año previo. Pero la federación canadiense decidió no acudir una semana antes de la inauguración por la situación de seguridad en el país anfitrión.
Canadá iba a debutar contra Argentina en Medellín, pero el seleccionado Albiceleste también declinó ir. Costa Rica tomó la plaza de Canadá y Honduras la de Argentina. El torneo de 2001 acabó disputándose sin incidentes, con Colombia alzando el título.
Las cosas del destino han deparado que su debut sea justamente contra Argentina este jueves en Atlanta.