¡Viva Las Vegas! Checo Pérez remontó para finalizar tercero, detrás de Verstappen y Leclerc
¡Viva Las Vegas... y Checo Pérez! El piloto mexicano creó un oásis en el desierto de Nevada y aseguró el Subcampeonato de la Fórmula 1 tras una clase maestra al quedar en tercer lugar tras remontar 8 posiciones para subir al podio -su noveno de 2023- en el Gran Premio de la Ciudad del Pecado.
Con un arranque caótico, como fue todo el fin de semana, el regreso de la máxima categoría a la capital del juego entregó todo lo que prometió: espectáculo, emoción y ganas de perdonar todos los pecados cometidos desde el jueves.
Roces, trompos, entradas a y pits y un choque en tan sólo tres vueltas, con el tapatío involucrado. En los primeros metros, el #11 tocó a Valtteri Bottas -tras una dona de Fernando Alonso- y dañó la nariz de su B. La parada de Sergio a pits fue obligada y luego de salir undécimo cayó hasta la décimo octava posición, con Lewis Hamilton adelante, como 15, y el sueño del Subcampeonato diluido con miras a Abu Dhabi.
Pero toda la mala suerte -y falta de tiempo- que sufrió en Brasil cambio. Ahora la Diosa Fortuna le sonrió al mexicano, quien de a poco recuperó posiciones y se vio beneficiado por un safety car para pasar de la media parrilla al Top 3. En ese punto Checo tiró la calculadora para asegurar el Subcampeonato -con sus 273 unidades por las 232 de Hamilton- y comenzó a maquinar una estrategia para ganar. La parada en pits para cambiar a un segundo juego de neumáticos duros funcionó y la punta se pintó de tricolor.
Aunque en las últimas semanas Pérez ha aceptado la etiqueda de 'showman' y fiel a su costumbre volvió a ser el centro del espectáculo en la pista con la lucha contra Charles Leclerc -poleman- por la victoria: el primer golpe fue azteca, pero el monegasco de Ferrari respondió y desde atrás apareció Max Verstappen.
La lucha se volvió de tres, con el mismo ganador de siempre: Mad Max. Pero detrás, Leclerc y Checo se enfrascaron en la lucha por el segundo lugar. El Cavallino llevaba mano hasta que un error lo hizo pasarse y dejarle el camino libre al toro mexicano, hasta que en los últimos metros recuperó la plaza ante la sorpresa del #11.
La noche luminosa de Las Vegas no fue más que el reflejo de la actuación de Sergio Pérez, quien coronó la mayor leyenda para el automovilismo de nuestro país. Y lo mejor: todavía hay Checo para rato para soñar, por qué no, con el Campeonato de la F1.